Se cono ce como respuesta inmune al conjunto de procesos que se desencadenan cuando una sustancia extraña (antígeno), penetra en el organismo y este no lo reconoce como propio. La respuesta tiene lugar mediante la fabricación de anticuerpos (respuesta inmune humoral) o mediante la formación de células (respuesta inmune celular), en ambos casos con el mismo fin: neutralizar el agente invasor y volver al organismo inmune ante él.
Es totalmente específica, lo que implica que la resistencia a un determinado antígeno no implica resistencia a otro distinto.
Tipos:
· Respuesta inmune primaria:
Se desarrolla en el primer contacto del organismo con el antígeno, lo que es imprescindible para que exista la memoria inmune, puesto que es aquí cuando la proliferación de los linfocitos crea células de memoria. Consta de tres fases consecutivas.
1. Fase de latencia: Dura entre una a dos semanas, durante la cual el antígeno es reconocido y tiene lugar la proliferación de los linfocitos.
2. Fase logarítmica: Dura varios días, y en ella, la producción de anticuerpos (inmunoglobulinas IgM) aumenta hasta el máximo.
3. Fase de declinación: En ella la concentración de anticuerpos va disminuyendo hasta alcanzar niveles muy bajos o hasta anularse. Cuando esto ocurra, la respuesta inmune primaria habrá eliminado la infección.
· Respuesta inmune secundaria.
Sucede cuando el antígeno accede por segunda vez al organismo, y las características son muy distintas a la respuesta primaria. Es tan rápida y afectiva que, gracias a la memoria inmunológica, el antígeno es eliminado sin que llegue a producirse ningún síntoma de la enfermedad.
1. Fase de latencia: Mucho más corta, ya que las células con memoria reconocen al antígeno, y rápidamente proliferan.
2. Producción de anticuerpos: Que son inmunoglobulinas IgG, son más rápidas y de más intensidad. Pueden estar un largo periodo en la sangre.
Jesús Bastero. J.
2010. Biología 2. Edebé. Madrid, España. Pgs:349-375